lunes, 23 de marzo de 2009
Te Prestaré
Te prestaré por un tiempo una MADRE, para que la ames mientras viva, podrán ser 10,20,30 años o más, hasta que la llame. Te pregunto: ¿Podrás cuidarla?
Quiero que aprendas a vivir con ella, le he buscado unos hijos y te he elegido a ti. No te ofrezco que se quedará contigo para siempre, sólo te la presto.
Ella te dará ternura y alegría por tenerte. El día que la llame no llorarás, ni me odiarás porque la regrese a mi, su ausencia corporal quedará compensada por el amor y por los muchos y agradables recuerdos que como buenos hijos le hicieron vivir.
Ten presente que si algo te entristece, que si el golpe del dolor te hiere algún día, tu pena es mía y así, con todo esto, tu luto será más llevadero y habrás de decir con agradecida humildad: ¡Hágase Señor tu voluntad!
Etiquetas:Reflexión
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