El Libro de la Esperanza

Hola, mi nombre es Bienvenido Quintero. Para la gloria de Dios soy su siervo desde que tenía solo 14 años. Soy de Santiago, República Dominicana.

Crecí en un ambiente católico, ya mi madre dirigía grupos de oración, acostumbraba ir a misa todos los domingos, pero quizás debido a mi corta edad no sabia lo que era servir a Dios, ni entendía mucho porque mi madre oraba tanto. Ya yo cantaba en el coro de la Iglesia San Antonio de Bonao (Donde vivía entonces) desde los 9 años.

Empecé a enfermar allá en Bonao de mi garganta, muchos médicos me trataron y no daban con lo que tenia, pero mi garganta se cerraba cada vez más.

Mi madre empezó a orar y permanecía serena, pero decidió llevarme a Santiago donde otro especialista.

Ya mi garganta se cerraba a cada paso. El médico me atendió e inmediatamente fui llevado a Cuidados Intensivos, me estaba muriendo poco a poco.

El médico le dijo a mamá, si tu hijo se salva tendrá que respirar por un tubo por siempre, haremos traqueotomía (abrirme la garganta, hablar y respirar através de ese tubo) porque lo que tiene es una difteria complicada y no le aseguro la vida.

Decirle esto a una madre es romperle el corazón, pero ella le sonrió y le dijo: "A mi no me duele el alma, Dios esta vivo y El sanara a mi hijo". Llamo a todos los servidores del grupo de oración e hicieron cadenas deoración.

Pasaron no se cuantas horas, cuando estaba mi madre arrodillada en el pasillode Cuidados Intensivos (loca según sus familiares) se le acerca el doctor y pone una mano en su hombro y le dice: "Mujer de fe, ven a ver”. La lleva donde estoy, me abre la boca y estaba llena de sangre mi garganta. Le dijo es un milagro se ha abierto una brecha por donde esta respirando.

A todo esto ya yo había visto una luz especial, me sentía diferente, algo había pasado, ya no tenia frío, Dios me había sanado.

La recuperación fue rápida, Dios todo lo hace bien. Estando ya en mi habitación normal, fuera de la sala de Cuidados Intensivos, entro un hombre humilde a orarcon nosotros: "Aquí esta un joven que se ha sanado?". Si, respondió mi mamá, estaba una enfermera y el doctor ahí.

Entonces el hombre lee un párrafo de Marcos 15: "Vayan por todo el mundo y anuncien la buena nueva a toda la creación".

Al terminar el hombre se despide y mi madre sale tras el a darle algo. El hombre no estaba afuera. Mis familiares dijeron; "Ahí no entro ningún hombre".

Pasaron los días y me recupere. Se anunciaba en Bonao un retiro para jóvenes yera justo un 3 de octubre, día de mi cumpleaños numero 14.

En vez de salir con mis amigos me fui al retiro a dar gracias a Dios, yo sabia que algo pasaría. Todo muy hermoso y al final en la misa cuando Monseñor Vargas lee el Evangelio dice: " Vayan por todo el mundo y anuncien la buena nueva atoda la creación". Marcos 16. Me quede inmóvil y empecé a llorar largamente, pero estaba alegre porque Dios me dio la respuesta que yo esperaba. El quería que yo predicara en su nombre donde quiera que yo estuviese.

Obedientemente me acerque a los jóvenes que cantaban, yo quería ser uno de ellos, y así fue. Me integre a ese grupo, donde misionamos y llevábamos elmensaje a todas partes, lomas, llanos, ciudades y campos.

El tiempo ha pasado y mi madre aun tiene el grupo de oración en la casa, pero ya no esta sola con los servidores porque desde hace casi 20 años estoy con ella sirviendo. "Todo Es Posible Para Aquel Que Cree".

Envió: Bienvenido Quintero